Al conducir, en lo que respecta a la percepción del movimiento y la velocidad, los conductores:
Somos mucho menos precisos de lo que se suele pensar, especialmente en condiciones desfavorables (como por ejemplo bajo los efectos del cansancio o el sueño, entre otros).
Somos muy meticulosos, sobre todo en circunstancias desfavorables (como por ejemplo bajo los efectos del cansancio o el sueño, entre otras).
No somos muy precisos, pero esto no es peligroso, porque esta capacidad no es muy relevante para la seguridad vial.