Sobre la negativa a someterse a las pruebas legalmente previstas para detectar la conducción bajo los efectos del alcohol :
Los conductores pueden rechazar estas pruebas, a menos que provoquen un accidente.
Puede considerarse un delito contra la seguridad vial, por lo que puede sancionarse con la privación del derecho a conducir por un período superior a un año y hasta cuatro años.
Sólo pueden ser sancionados con multa de tránsito y/o suspensión de su permiso o licencia de conducir.